martes, 14 de febrero de 2012

El amor, ese objeto del deseo

14 de febrero. El amor de nuevo entre las palabras que más usa la gente habitante del mundo occidental. Residuos de un santo, exigencias de un día de amor mutuo.

Siempre he amado leer, de manera voraz e imprevista. Me he desplazado por bibliotecas colmadas de libros, he tocado nombres extraños muchas veces, he llorado y he amado con la literatura en mi boca, con la escritura de voces ajenas. Y por eso hoy, en el día del santo del amor, me decido por un pequeño presente hecho de palabras, de exuberancia, de letras elegante, de palabras amatorias a la cocina de la vida.

"El hambre, una sensación extraña, duradera, invariable, sin embargo, casi familiar. Como un invierno que no terminaría. Ese hambre está en mí. No puedo olvidarlo. Pone una luz aguda que me impide olvidar la infancia. Sin ella no habría conservado recuerdos de aquella época, de esos años tan largos, donde faltaba de todo. Ser feliz es no tener que recordar." 




Los invito a leer La música del hambre, del escritor francés J..G. Le Clezio. Y a ser amante de las palabras, de la imaginación lectora, del hambre voraz que nunca nos da un respiro en el recuerdo, que siempre se deja poseer. 


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