El verano pasado comencé mi año junto a una amiga cocinera que vino a la ciudad donde vivo, a visitarme y recuerdo una conversación de aquellos días. De pronto nos vimos juntas comiendo muy ricas frutas de verano y exclamando juntas cuánto nos gustaban todas y cada una.
Fuimos a la feria de mi ciudad y buscamos el mejor de los regalos que encontro mi amiga para llevarse: ciruelas, damascos y duraznos de quinta.
Hay muchas recetas para usar las frutas en general pero las de verano tienen la particularidad de ser más populares y muy refrescantes cuando nos llenamos de ganas de comer o estamos sedientos.
Para los que prefieren los licuados, el ananá, el durazno, las frutillas y el melón, van a la cabecera. También se pueden hacer sopa de melón y pepino, ensaladas con frutas como el durazno o las moras. O bien se pueden prepararconservas para cuando venga el otoño y añoremos algunas de las delicias dulces de esta estación, como pueden ser los higos en conserva, los damascos secos o una rica confitura de melón y manzana.
Cuando estén listos para poner manos a la obra, aquí tienen un poco de inspiración para preparar el paladar y disfrutar de la buena mesa, fresca, colorida y veraniega.
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Ingredientes golosos para mejorar la receta: